Encadenados


Por Viridiana Nárud

No fue hasta que me convertí en una adolescente que aprendí que no vale la pena soñar. Probablemente si hubiese entendido esta lección desde niña habría sufrido menos. Pero existen temperamentos que por su naturaleza no se pueden modificar y necesitan tiempo para eso que llaman madurar. No sé por qué esto que llamamos vida mantiene una tensión constante entre la fantasía y lo que llamamos realidad. La posibilidad de un mundo mejor la vuelve más amarga.

La realidad nunca ha sido para mí algo que se pueda contemplar de lejos o algo que me permita mantenerme objetiva ante los hechos. Los contrastes de la crudeza, en su mayoría con tintes semioscuros, se entremezclan con la fantasía por necesidad de supervivencia. Así que me he pasado la mayor parte del tiempo en ensoñaciones para dejar de desear. Quizá a esta negación de entender el mundo tal cual se deban mis pesadillas nocturnas que me despiertan con palpitaciones aceleradas en la madrugada.  

Siento como si nos conociéramos desde tiempos remotos. Como si esa imagen tuya la estuviera persiguiendo mi alma, incluso, antes de yo nacer. Te miro, te observo y eres el mismo de siempre. Te repites en distintos cuerpos. Yo guardo silencio porque tu imagen me da miedo. ¿Qué tenemos tú yo que nos volvemos a encontrar? ¿Dónde nos conocimos?

Me abrazas con fuerza, lastimas mis senos y yo no digo nada. Que lastimes mi cuerpo sería lo de menos. Te miro en la desesperación de mi silencio y es que yo no sé decir palabras bonitas ni amables. Yo no sé hablar. Mi lengua se traba, mi cuerpo tiembla. Dicen que el asco es el reflejo del deseo y yo he sentido por ti mucho asco.

Perdona que no pronuncie palabras amables, mis sentimientos no lo son. Es la forma de amar de una persona que revela su propia esencia. Estoy es lo que soy. Perdona. Si te confieso esto es porque para amar se necesita una capacidad extraordinaria para soñar. Te miro en silencio nuevamente, me oculto. Los ojos no mienten. No quiero que sepas lo que siento. Me pregunto: ¿Dónde nos conocimos? ¿Por qué nos volvemos a encontrar? 


Comentarios

Entradas populares