C4
De V para P:
Me pregunto si
en mi infancia fui tan poco amada para ser tan cruel. ¿Sabes qué me gusta de
las relaciones superficiales? Que el dolor que causan se olvida. ¿Qué es lo que
nos pertenece? ¿Los recuerdos? A veces los olvido. Tengo una foto, una que me
tomaste. El atardecer rosa y azul. Yo a lo lejos. Hasta te ves bonita, dijiste. Pero yo no me veía de forma clara,
sólo se dibujaba la silueta de un cuerpo en la inmensidad del mar. Después vino
un silencio. Te alejé de mí.
Mi psicóloga
me hizo leer un libro de cuentos antiguos. Una princesa pide al sapo que le
regrese su pelota que se encuentra del otro lado del río. El sapo accede con
una sola condición: Que le permita regresar todas las tardes y jugar con ella.
La princesa creyendo que será imposible que el sapo regrese con su pelota, acepta. No quiero aburrirte. Al final de la historia, la princesa molesta por tener que cumplir su promesa, avienta al sapo contra la pared y lo mata. Apenas después de muchos años y de
una lectura que había olvidado hacer, comprendí lo que hice. Lo lamento.
Ayer te veía
en medio de todo ese gentío estúpido y superficial. Sus caras bonitas,
repitiendo fórmulas para someter al mundo. Su complejo de grandeza. Recordé las
palabras que me repetías. ¿Nos parecemos? A veces creo parecerme más a tu madre
que a ti. Mi forma de someterte y hacerte daño te regresan a mí. Pero yo
también regreso a ti. Eso pensaba mientras te observaba. También me decía que
si fuera un poquito diferente esta vez no me iría.
No pude
dejar de buscarte. Me acerqué a ti y te dije al oído cuánto es que te quiero.
¿Por qué hicimos ese viaje? ¿Por qué mi ansia de conocimiento? Me hablaste una
madrugada y en medio de tu borrachera me dijiste cosas. No te preocupes, no
pienso decirlas. Luego, apareciste en mi casa para decirme cuanto me
extrañabas. Nos fuimos a tu casa. Bebimos un poco de todo. Después me mandaste
con el chofer de regreso a casa.
La vida está
llena de secretos.
P.D. ¿Cómo firmo esta carta? No
quisiera poner siempre tuya. Porque ambos sabemos que no podré cumplir esa
promesa aunque su esencia sea cierta.
V.
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