El día que conocí la Naturaleza
Por Viridiana Nárud
Pollock aparece todas las mañana a
las 9 a.m. reflejado en el pavimento del segundo piso del periférico. Para
recordar que el sol sale del lado Este tuve que consultar Wikipedia. He olvidado el aroma de las montañas. No sé
hablar de mi naturaleza. Los árboles me parecen una pintura de Damien Hirst.
Siempre lo odié.
Los edificios azules se reproducen
en su interminable reflejo de fealdad. El azul del cielo no existe. Una capa de
humo gris, casi café lo cubre. ¿Cuál es mi naturaleza? El silencio es un
privilegio. En las madrugadas escuchaba a mi vecina coger. Gritar. No sé si eso
es placer.
Hablo porque tengo una necesidad de
hablar. No sé hablar con discreción. Lastimo porque el silencio me aterra. Es
frío. La muerte es tibia. Mi tía me lo dijo cuando estuvo a punto de morir. Mi
padre vio toda su vida. ¿Por qué la gente no se muere en esos momentos?
Tuve un sueño. Supe que me casé con
mi madre. He luchado por mi divorcio. ¿Por qué nos mantenemos ocultos ante
nuestro propio dolor? ¿Por qué necesitamos abrir las heridas y desgarrarnos
para que los otros nos entiendan?
Dios
me dio un alma y un cuerpo fuerte. No sé para qué. The strangerness will wear
off I think will discover the deeper meanings…
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