Día de lluvia
Las máscaras se han caído. Veo tu rostro de piedra sentada frente a ti. Tú no puedes verme. Porque los de tu especie sólo pueden verse a sí mismos. Sólo el que ha perdido las ilusiones puede contemplar la realidad del destino. Parece una broma haber terminado así. Las expectativas del amor son sus principales enemigas. Quería decirte tantas cosas, pero se quedaron aquí en el pecho y ni siquiera son nostalgia. Sólo una pequeña molestia, como una hormiga que transita esa vena. Entonces fumo uno o dos cigarrillos continuos y pienso que si exhalo fuerte esa sensación se irá, pero persiste y escribo y los dedos no piensan tan rápido cómo siente el corazón y es que tampoco el corazón entiende, por eso molesta. La esperanza cuando está vacía es desesperanza. Cuando las nubes se levantan en el cielo, indican lluvia. Pido que llueva.
Texto: Viridiana Nárud
Fotografía: David Alan Harvey
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