Sylvia de Howard Fast
Viridiana Nárud
@viridianaeunice
Decía Henrry
Miller que él leía para llegar al éxtasis y no por entretenimiento. Como amante
de los libros, confieso que la búsqueda del éxtasis resulta riesgosa y
agotadora. La agitación del alma puede llegar a ser tan alta que detener los
latidos de su corazón es casi imposible y el cuerpo del receptor queda en
temporadas de extravío en donde el espíritu no puede pensar de forma clara. Necesitar
es el verbo más adecuado para expresar lo que obliga a un amante lector a
sumergirse en esos universos en donde las letras son protagonistas. ¿Qué
necesita? Un poco de verdad.
Hace unas
semanas me encontré con “Sylvia” libro escrito por Howard Fast (E. V.
Cunningham). No sabía nada de este autor. Mis amigos raros, esos que conocen la
literatura más exquisita del mundo, nunca lo habían pronunciado. Tenía una
corazonada. Busqué en internet rápidamente y vi que en 1959 había pertenecido a
la lista negra. No conozco mucho de historia, pero había visto “Trumbo” y lo
que significaba haber estado en ella. Algo bueno debió hecho para estar ahí.
Compré mi
libro, una edición sencilla, pero hermosa. Una portada negra con una tipografía
blanca y roja. La introducción escrita por H. Fast, me conmovió. En cuatro páginas y
media me había hecho casi llorar. No por su fuerza melodramática, sino por las
injusticias a las que todo ser humano libre, pareciera que debe enfrentarse. Cuatro
agentes literarios le dieron la espalda a Fast tras la publicación de la lista
negra. Meterse en problemas con el FBI sólo por publicar a un autor, era
demasiado riesgo. Hasta que llegó Paul Raynolds un agente literario arriesgado
quien después de leerlo le informó que cualquier editor querría publicarlo.
Sólo tenía que cambiar su nombre. Así nace la figura E. V. Cunningham. Fast se
arrepintió de haber firmado su obra bajo ese seudónimo. Pero antes de su muerte
y eliminada la lista negra en 1992 publica “Sylvia” con su nombre.
“Sylvia” libera
la verdad en el Caos y, como en el personaje protagonista, sólo podemos llegar
a conocer una pequeña parte de ella. Resumir la trama en dos reglones sería
absurdo. Sólo puedo decir que este libro me entregó una paz. Por unos días
olvidé esa extraña sensación de extravío en la lectura de un libro y me otorgó la
paz de la compresión de mi propia humanidad.
Con un
lenguaje atrevido, aún para nuestros días, y no por las groserías, este libro
puede asustar a las personas con ideologías radicales de género. Si a usted le
asusta leer marica, puta en repetidas
ocasiones, le recomiendo que no lo lea. Pero si usted disfruta del abandono de
todo prejuicio mientras se enfrenta a un escritor para elevar su espíritu o por
simple entretenimiento, Sylvia, es una historia de amor. Como toda historia que
narra este sentimiento nunca podemos definir lo que es en realidad, sólo
sentirlo. Sylvia, se ha convertido en uno de mis libros favoritos, me he
enamorado del personaje, y con ello, me entendido un poco más.
Publicado por Navona editorial 2014
Traducción: José Luis Piquero
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