El Señor “X”

 Por Viridiana Nárud

He pensado sin obtener una sola idea brillante. Marvin Gaye murió asesinado por su padre. Salió en el periódico esta mañana la noticia. Mi padre está en el baño al lado. Se lava la cara. Escucho el agua caer de la llave. El departamento es pequeño, diminuto, miserable, como su camisa de algodón que todos los días viste.

 Allá afuera hay mundo, lo sé porque lo he vivido. En las noches, cuando él duerme después de tomarse su diazepam, salgo y camino por los pasillos de esta ciudad. Es estrecha, fría, de las cloacas sale el olor a mierda y la gente se amontona para comer en los puestitos de la calle.

Él no sabe, pero he visto un mundo distinto al que nosotros dos vivimos. Mi mundo tiene nombre y lo llamaré el Señor “X”. No habla, pero me ha invitado a vivir un mundo de posibilidades. No sé si ya mencioné que hoy murió Marvin Gaye… lo mató su padre en una disputa familiar…

Mi padre tiene la costumbre de sentarse en esa cocina diminuta, sucia, llena de cochambre. Lee el periódico por un momento. Comienza nuestra rutina diaria. Las peleas que nos hacen sentir con un propósito en la vida. Después, toma la pastilla y duerme… He pensado sin obtener una sola idea brillante esta mañana.

Han pasado diez meses desde mi encuentro con el Señor X. Sé que existe un mundo más grande que este departamento. ¿Mencioné que hoy es mi cumpleaños? No creo que mi padre lo recuerde. ¿El Señor “X”? apenas, supo mi nombre.

Quiero hacer lo que la gente hace en estos días. Quiero un pastel, pedir un deseo cuando sople las velas y un regalo. Quiero despertar sola, sentir este departamento amplio sin que me consuma. Quiero una oportunidad de vivir, de dejar este encierro. Hoy es mi cumpleaños, murió Marvin Gaye asesinado por su padre. Creo que me compraré un pastel, me cantaré las mañanitas y haré de mi deseo una realidad.

 




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