El Paso

Por Viridiana Nárud @viridianaeunice

LA PAZ ES LA VIRTUD DE LA CIVILIZACIÓN; LA GUERRA ES EL CRIMEN.
VÍCTOR HUGO.

Estamos en un momento en donde el mundo no nos escucha como Nación, nos encontramos silenciados por un sistema corrupto, encabezado por criminales y donde se matan a mujeres y periodistas a destajo. La riqueza no es distribuida y nuestra tierra, nuestro País, México, se vende por hectáreas a empresarios extranjeros.

En un hecho irónico, se celebró en el 2010 el bicentenario de la Independencia y el centenario de la Revolución en medio de una Guerra que, nuestro entonces presidente Felipe Calderón, comenzó. Las cifras oficiales anotan 100 mil muertos y 30 mil desaparecidos. Algunos, daños colaterales de esta absurda guerra ,que no es más que el mayor crimen que hemos vivido como civilización, si es que hemos sido una.

“El Paso” (2016), documental de Everardo González, habla de cómo familias mexicanas han tenido que abandonar nuestro país ya que su profesión como periodistas y el Estado han puesto en peligro sus vidas. Este documental ha dejando en mí un profundo malestar y  dibujando en mi mente la palabra INJUSTICIA. Vivimos bajo el yugo de los malos gobernantes en donde noticias como el caso de “La casa blanca” se hacen a un lado y se despiden a periodistas por dar conocer la investigación. El silencio viene acompañado de la impunidad, y está, de conformidad por parte de los ciudadanos.

Somos un país “parcialmente libre” en donde ejercer la libertad de expresión te puede costar la vida. Con mayor razón si eres un periodista de provincia. En las reuniones, entre amigos, no se habla de este malestar social, se ignora y, lo que es peor aún, se acostumbra a éste. La palabra VIOLENCIA se ha fundido con la sinvergüenza.

Franz Fannon decía que la vergüenza era en sí misma un sentimiento revolucionario. Pero aquí , ella ya no existe, ni se cree en la Revolución. Nuestros periodistas que han tomado como arma la pluma, salen corriendo ante el desamparo de un país, no sólo gobernado, sino habitado por cínicos. ¿Cuántas cifras oficiales necesita una ciudadanía para pedir justicia? ¿Cuántos periodistas muertos necesita un País para gritar: ¡Libertad!? ¿Cuántas mujeres asesinadas necesitamos para decir: ¡Ya basta!? ¿Cuántos connacionales deben dejar su país, sus casas para que la indignación tome significado?

Everardo González, da una sutil bofetada al espectador con el documental “El paso”. La sala, después de haber terminado la proyección, fue habitada por un silencio incómodo y miradas desconcertadas. Nos deja una responsabilidad. ¿Cuál? Aún no la descubro, pero esta incomodidad, molesta.