A él
Por Viridiana Nárud
@viridianaeunice
Aún paso por
tu casa esperando no saber de ti. Subo la ventana de mi auto y hundo mi cuerpo en
el sillón del piloto para, en caso de que ahí estés, no me veas. Aún vives,
estoy segura. No sabes cuantas veces te he imaginado muerto y te he hecho
hablar. Te obligo a decir lo que nunca me dijiste y que tampoco dirás. ¿Sabes?
Un poco de cariño no le hace mal a nadie.
Dices que es
bueno callar, pero he guardado silencio por tanto tiempo que en mi pecho siento
un vacío constante. El abandono e indiferencia no se perdonan. Tampoco se
perdona a quien no quiere ser perdonado. Eres un recuerdo constante, aunque,
afortunadamente, cada vez más lejano.
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