El reinado de los 20


Por Viridiana Nárud @viridianaeunice
Mi ginecólogo dice que me quedan dos años para ser madre, en caso de querer hijos sanos. Durante media hora me describió el caso de una mujer que a sus treinta y nueve años tuvo que abortar porque su bebé venía con serios daños genéticos y malformaciones. Tiste el caso. Al final, sólo respondí que si quería embarazarme después, me haría exámenes previos al embarazo. ¿Qué se supone que tenía que hacer? ¿Emprender una búsqueda de un hombre que deposite su esperma en estos últimos dos años? Y yo que creí que me quedaban otros nueve años para pensarlo.

Sí, la noticia del doctor me dejó pensando durante una tarde, no más. Pero ayer mientras cenaba con un amigo y preguntó mi edad me dijo que mi reino se encontraba por terminar. Que a los treinta y siente la mujer deja de ser atractiva y que su competencia aumenta con las chicas de veinte. Como si la meta de una mujer fuera sólo agradar físicamente al hombre. Como si a los treinta y siete la mujer fuera una flor marchita que debe depositarse en la basura y, al saberlo, debe morir de tristeza.

De manera personal, la década de los veinte los viví en caos. Los hombres mayores, es cierto, te encuentran atractiva y, debo ser sincera, son pocos quienes se mantienen atractivos para una joven de esa edad. Sin embargo, nunca creí que a los veinte vivía un reinado fugas. Me encontraba más preocupada por tratar de dar orden al caos que siempre me ha habitado que en buscar a un hombre que me embarazara y dedicar el resto de mi vida a una vida que nunca he deseado y que la sociedad se empeña por imponerme.
¿Qué quisieron decir estos dos hombres? Que en caso de querer tener hijos nacerán deformes y que dejaré de ser atractiva a los treinta y siete. Disculpen, señores. Mi vida y mi búsqueda no se detiene a esa edad, es más, no creo que ni al morir eso que busco lo encuentre. ¿Por qué limitarme? ¿Por qué dejarme de creer guapa por el hecho de cumplir una edad?

Esta sociedad se equivoca. Una mujer es atractiva, no para ustedes, señores vacíos; sino para ella misma quien tiene que renovar su mirada día a día y no dejar que esos invasores le nublen la vista de lo que ve en el espejo y, lo más importante, lo que ve dentro de ella. Estoy harta de escuchar que debo ser atractiva. Por qué nadie habla de mi inteligencia y cómo con los años puedo mantener charlas más interesantes y no sólo eso, sentirme mejor en el silencio y con mi propia compañía.

Dicen que los veinte fui más atractiva y que después delos treinta y siete perderé mi reino. Mentira. Yo creo que apenas conquisto el más grande, mi reino interno. 





Comentarios

Entradas populares