Adiós Antonio
Durante años viví bajo la sombra de mi padre y esa sombra estuvo presente mientras te conocía. Me hiciste preguntas que movieron mí vida y hasta la fecha no he podido dar respuesta. El vínculo amoroso entre los dos se dio sin querer. Una tarde me descubrí con una sonrisa y sentí por primera vez lo que la gente llama “el poder del amor”. Contigo me sentía super poderosa. Tocaste mi cuerpo como nadie antes. Empecé la búsqueda de ser mujer. Crecí, Antonio y con el tiempo te dejé atrás. Ahora eres recuerdo de noches, de un amor amargo y pasión.
Cuando te
fuiste no permití que ningún otro hombre me tocara en mucho tiempo. No quería
que nadie manoseara el amor que dejaste en mí. Me dices que “no hay punto final”,
¿por qué no? Antonio, mi vida comienza y no quiero cargar con el fantasma de un
hombre que no supo decirme adiós, que utilizó mi cuerpo para entrar en mi mente
y someterme a una verdad que él creía cierta. ¿Por qué no preguntarme qué
pasaba en mi cabeza? ¿Por qué suponer?
No te
esperé, sin embargo, en mis fantasías fuiste muchas veces protagonista. Este
cuerpo sólo te reconocía a ti como su dueño. ¿Acaso el cuerpo de alguien puede tener
amo? Te busqué hasta encontrarte y el hombre que hallé no era de quien yo
estuve enamorada. Eras otro. Un Antonio que hablaba de política, de ideologías,
que me mandaba mensajes día, tarde y noche con ansiedad de que mi casa
estuviera habitada por otro. Te quise y te quiero en a memoria de lo que fuimos.
Hoy tengo que abrir las puertas a nuevos hombres sin el fantasma de un amor
muerto. Un amor ideal nunca es un amor real.
Apenas puedo
reconocer quién eres. Yo ya no soy esa Viridiana joven que no se ha visto en el
espejo desnuda mientras un hombre la toca y le dice quién es. No te necesito
para ver dentro de mí. “Te he pensado y
te quiero”, “Me gustabas y me gustas”, usas las palabras como un encanto, así es
como utilizaste tu cuerpo que tantas veces me sometió a ti, a la necesidad de
ti…
Si las
palabras son un embrujo yo me libero de ti.
Comentarios
Publicar un comentario