Tres voces

Los sueños, incluso los que olvidamos al despertar, se revelan a la luz del día. Cegados por el amanecer nos dirigimos a nuestro Destino, el romance con la tragedia nos guía al futuro inexistente en la realidad humana. Nos aferramos a su sueño, uno que no nos ha visitado y las ansias de vivir lo no vivido nos persigue. Es el recuerdo el que nos libera. El conocimiento se vuelve intenso, doloroso. ¿Por qué el placer viene acompañado de dolor? En la ausencia de lo que dije que ser, soy. Tendría que hablar de mi cuerpo desnudo, del pudor y la vergüenza que nos acompaña al nacer cubiertos y descubiertos por una piel. Son pocos los minutos al día que me quito la ropa que no me viste. No podría reconocer mi cuerpo en una multitud de cuerpos. Los abrazos de los amantes nos liberan. Piel            con      piel.

Mira al este, nadie viene por esa montaña. Los árboles muertos nadie los recuerda. ¿Recuerdas cómo te sorprendía el mirador y las luces de la ciudad? El progreso a nadie sirve. Las maquinas nos pueden curar de enfermedades, pero el alma permanece oculta y enferma. No puede ser vista si no es a través de sus propios ojos. Te pido me mires. Cuando nacemos lo hacemos en tres niveles.     Aún no es tiempo que te lo diga. Pero haz morir en esos tres niveles

Olvida lo que te he dicho. Pronto vendrá un nuevo sueño y me olvidarás al despertar. Olvida…olvida… que nadie te recordará.

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