Una línea de tensión
Por Viridiana Nárud
La palabra no precede al silencio. Ruptura, aliento, bershit. Aquello que no se enuncia, que nace en el corazón, se transforma en fantasma. Persigue, asecha, aguarda su salida, una sombra que se pronuncia día a día en nuestra cabeza.
Hay que hablar de cosas importantes: el cambio climático, la
inflación, la economía, hablemos de cosas que no entendemos un carajo. Pero no
hables de la desesperanza, ni la fe que se consume, tampoco de los días buenos,
la belleza es subjetiva. ¿En verdad?
¿Por qué esa terrible necesidad de arrebatar lo sagrado y
volver todo vano? ¿Por qué arrebatarle al hombre su calidad de humana? El amor
no existe, es un invento de la literatura, ¿acaso no es la literatura expresión
de ese amor? ¿Podemos olvidar una pasión sólo por el hecho de pensar que
racionalmente no es posible? El hombre debe ser razón y sin razón, una línea en
tensión, como el tao.
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