Onírico
Por Viridiana Nárud
La constante en la vida del hombre es la soledad y la ilusión
de los sueños. A veces, la realidad onírica de los sueños traspasa la realidad
real de los hombres y la esperanza se crea. Ella se encuentra en esa sutil
frontera. Mantiene los ojos cerrados. Aún no cruza el río del olvido. Los sucesos
más mundanos se encuentran conectados con acontecimientos de mayor trascendencia
cósmica. El cansancio la sumerge en un sueño más profundo. La vigilia
desaparece:
¿Qué vas a darme?
Una
lengua
¿Cómo
vas amarme?
Con
la cabeza.
Despierta. Si pudiera comprender su sueño, tendría una mayor
oportunidad de sobrevivir. La intensidad del conocimiento la sumerge en el goce
de la mañana, el contacto con las sábanas, su piel tibia. Abre los ojos
lentamente.
¿Qué
vas a darme?
No responde. Mira al su alrededor. La piel se eriza y los
bellos su antebrazo se levanta.
¿Qué vas a darme?
Las sábanas en su
cuerpo no le permiten moverse. El vacío la sumerge. Si hubiese comprendido su
sueño…
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