A favor de la soltería
Por Viridiana Nárud @viridianaeunice
Aunque pudiera parecer por el título de este artículo que
soy una solterona amargada o que les voy a decir que estar soltero es lo mejor
que les puede pasar, incluso más increíble que encontrar a tu tan anhelada “media
naranja”, quiero decir a mi favor que aplaudo cualquier tipo de compromiso
amoroso ya sea individual, en pareja o poliamoroso. Sin embargo, mi
pronunciamiento a favor de la soltería nace a partir de un artículo publicado
en el New York Times titulado “La
discriminación que sufren las personas solteras” por Helen Betya Rubinstein
el pasado 30 de Octubre. En donde compara la
discriminación que vivieron la comunidad LGTBI en años pasados y los solteros;
además de decir que existe una vergüenza en estar así. Diciendo la autora que a
partir de que percibió la soltería como extrañeza, se sintió agradecida con el
recordatorio de la comunidad
LGBT acerca de que la convención no debe dictar cómo se definen las relaciones.
Lo opuesto de la vergüenza, desde luego, es el orgullo.
En este punto la
autora ya me había deprimido por sus malos argumento, pero esto último despertó
mi enojo. Franz Fannon habla de la vergüenza como un sentimiento revolucionario
y esta mujer me dice de manera vaga que el orgullo es lo contrario a la vergüenza.
Como si hubiésemos vividos los solteros una afrenta, una humillación social por
ser lo que somos. Vamos, señores, no he tenido que enfrentarme a una comunidad
de estudiantes universitarios porque se prohíbe el ingreso a personas solteras,
tampoco ha existido un cartel que diga “Se prohíben: Negros, mexicanos,
animales y solteros en este establecimiento”; tampoco nadie me ha escupido en
la cara. He cierto que las preguntas incómodas siempre vienen acompañadas:
¿Eres lesbiana?, ¿odias a los hombres?, ¿por qué una mujer como tú es incapaz
de tener una relación?, ¿vas a tener hijos? Siempre se puede hacer uno con un
amigo… También es cierto que tus amigos con pareja dejan de salir y que hacen
cosas típicas de pareja.
La autora también
habla de un caso en donde su amiga le dice; Cuando era joven y estaba
saliendo del clóset, fue como si aceptara vivir una vida marginal y demente”,
me dijo una vez una mujer lesbiana de alrededor de 50 años. Ahora está casada y
rara vez se siente extraña. Su sexualidad no ha cambiado pero su vida se ha
apegado a la convención. No, señora Helen, los solteros en la
actualidad no hemos tenido que temer por ser unos marginales y si ahora puede
vivir dentro de una convención social esta mujer es gracias al triunfo de los
derechos civiles y que la comunidad LGTBI han alcanzado. Los solteros no hemos
hecho nada más que complicarnos nuestra psique para no estar con ninguna
persona. Sí, es cierto, en el pasado eras solterona después de los 15, 20, 24…
ese número ha ido variando, lo cierto es que si ese número aumenta es por una
convención social, no por una lucha social.
Como mujer
soltera que entra a su tercera década puedo decir que lucho cada día por una
conquista individual. Que es fascinante enamorarse de otra persona, vivir un
romance ya sea tórrido o tranquilo, que me gusta la soledad y que disfruto
fuertemente de mi vida intelectual. Disfruto de ir a fiestas con amigos
casados, comprometidos y solteros. Que nunca he tenido que luchar el derecho de
ser soltera y que también me da igual mi estado civil.
Por último, esta
misma autora dice acerca del terrible y trágico sentimiento del soltero: ¿Y
cómo no, si incluso la Corte Suprema de Estados Unidos declaró, en una decisión
que calificó de inconstitucionales todas las prohibiciones de las uniones de
parejas del mismo sexo, que no estar casado era igual a “estar condenado a
vivir en soledad”? La tragedia generalmente vinculada a la soltería es así de
grave. Sin embargo, es
necesario una puntualización básica de la soledad. Uno puede encontrarse rodeado
de muchas personas, estar junto a la pareja amada y encontrarse solo porque su
universo no es propio y busca dentro de las normas y convenciones sociales pertenecer
a ese sector.
La liberad, el libre albedrio de elegir lo que
se Es, nos aleja del mundo exterior y nos hace sentir libres. Así que ya sea
que decidan estar en pareja o solteros, las dos cosas son plausibles y dignas
de festejo. Sólo sé libre en tu decisión y verán que no es tan trágico como la
sociedad nos puede hacer creer. Porque también es cierto que existen los
detractores que quieren aniquilar la idea de la vida en pareja diciendo que se
vive mejor soltero. Así que cualquiera que sea nuestra decisión siempre causara
conflicto a determinados sectores de la sociedad. Así que puedo decir que lo
mejor está en uno.
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