Soy Viridiana a secas y mi padre me ha jodido.

 Por Viridiana Nárud

Mi padre no ha muerto, no es una foto en el librero. Vive al sur de la ciudad, tiene una vida de la que me entero por mi madre ocasionalmente. Mi padre vive y si estuviera frente a mí me llenaría de palabras amargas. 


¿Cuánto tiempo se necesita para olvidar a un padre? Es probable que lleve catorce años sin verlo, sin embargo, ayer una tristeza recorría mi cuerpo y mientras mi mirada anhedónica se quedaba fija en el techo, los recuerdos llegaros… 


Mi padre no ha muerto, vive en la ciudad de México, tiene catorce años que no lo veo, vive con una mujer que solía competir conmigo cuando la encontraba en el Bosque de Tlalpan. De niña aprendí a vivir dentro de mí, fuera del mundo, como si mi Yo fuera una partícula diminuta que ve el mundo desde un interior muy íntimo y mi cuerpo lo protegiera.

 

He ido a terapia durante años y me declaro incapaz de enamorarme. Mi padre vive en el sur de la ciudad, las arrugas han cubierto su rostro y su inmadurez parece infinita. Cuando mi abuela Isabel murió, mi padre lloró porque nunca lo quiso. 

Mi padre no ha muerto, tiene más de setenta años y no recuerdo ya su cumpleaños. Alguna vez mi abuela le gritó a mi padre lo que sentía por él. Recuerdo esas palabras y por esos motivos he dejado de amar a la abuela. Mi padre tiene razón, mi abuela no lo quería. 


Mi padre no ha muerto, vive en esta misma ciudad que yo habito. En Instagram escuché que los narcisistas suelen tener un gran vacío y se crean porque su madre no los quiso. 

Soy Viridiana, tengo un padre que no he visto y si me viera es posible que no nos reconoceríamos. Soy Viridiana y he dejado atrás ese apellido que tanto orgullo causaba a mi padre y abuelo. Soy Viridiana a secas y mi padre me ha jodido. 


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