Ese otro

Recuerdo palabras, tantas que forman una historia; las olvidadas se han convertido en Destino. Sin embargo, la memoria aparece para recuperar lo perdido. Yo recuerdo. No tengo necesidad de la poesía para comprenderme. Tengo una urgencia por restablecer un diálogo con esa otra voz que calla en aras de la felicidad, por lazos familiares, para no quedarse solo. La familia se vuelve insignificante cuando lo único que hace es silenciarte.

Pienso en las palabras que me dice, el mensaje oculto, la condena del no poder hacer esto u otro porque soy demasiado insignificante. Esa otra voz me habla. ¿Por qué callarla? Es vulgar mostrar nuestras emociones. ¿No es peor mostrar indiferencia por lo que uno ama?
Niego el silencio. Necesito hablar. Decir que no me importa el no ser bonita, el no poder ser grande como los grandes, el no poder ser mejor de lo que soy, ¿por qué querría ser algo que no puedo ser? ¿Qué es ser? La palabra es la cura y el mal.

Foto: David Alan Harvey